Del Monte Sacro a UNASUR Génesis y desarrollo del proceso Bolivariano.
Desde las luchas por la Independencia hasta nuestros días, las historias de nuestros pueblos recorren caminos semejantes. Bolívar y San Martín simbolizan en la memoria latinoamericana la búsqueda de su unión. Hoy, como entonces, nuestras posibilidades de afirmación nacional se fundan en la perspectiva estratégica de la integración de los esfuerzos.
Resultaba absolutamente imposible en 1805, más preciso, un día 15 de Agosto, para aquellos Venezolanos,
el maestro Don Simón Rodríguez, o Robinson o como fuese su verdadero nombre, a Fernando Rodríguez del Toro y a su pupilo favorito, el joven Simón Bolívar, que aquel encuentro en el Monte Sacro, Roma, Italia y sus conversaciones sobre el futuro de su tierra originaria y del continente Americano de todo lo que iba a ocurrir y ocurrió desde ese momento hasta Diciembre de 1830. Resultó una premonición el por muchos conocido «Juramento de Bolívar en el Monte Sacro». «Juro delante de Ustedes, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi Patria que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder Español».
En dos décadas se había volteado tres siglos de apocalíptica destrucción de los pueblos originarios de América y su cultura. Tres siglos de expoliadora y sanguinaria presencia del Imperio Español.
Y así como Miranda, Bolívar y Sucre en Venezuela, José de San Martin en Argentina, José Artigas en Uruguay, O’Higgins en Chile, desde el Sur, con sus pueblos, libraron increíbles luchas para encontrase
en Ayacucho, donde el ejercito patriota grancolombiano y los valerosos granaderos de a caballo, liderados por Bolívar y San Martin libran la Batalla que sella la independencia política de América frente a poderoso imperio Español. Por cierto que los acuerdos que se elaboran, donde el imperio Español acepta su derrota y reconoce el triunfo Patriota, constituyen una pieza «de oro» en la literatura militar.
Lamentablemente, el sacrificio de los próceres, de tantos hombres y mujeres que entregaron sus vidas en palucha por la libertad política y económica frente al imperio Español, no permitió que lo disfrutasen y lo dirigiesen. Los nuevos gobiernos que surgen en América del Sur en la post-independencia, fueron las oligarquías, el blanco criollo quienes se apoderan de todo el poder político, el poder económico y el control social. Los lideres históricos, Bolívar y San Martin no pueden regresar a sus Patrias. Bolívar impedido de regresar a Venezuela (por la oligarquía venezolana), muere en Santa Marta, Colombia.
Y San Martin debe irse a Francia, muy enfermo para morir en Boulogne Sur Mer.
Con gobiernos militares y civiles, la oligarquía de nuestros nacientes países se apoderó de la tierra, de sus riquezas naturales, de las riquezas del subsuelo. Ya en siglo XX, también de la industria incipiente, en fin de todo. Se robaron la libertad y la esperanza de nuestros pueblos.
Curiosamente, otros procesos políticos han ocurrido con impresionante simultaneidad, por ejemplo, los golpes militares y las dictaduras fascistas que los sucedieron con una violencia represiva, que extermina físicamente a buena parte del liderazgo del movimiento popular de Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y otros países en menor proporción. Fueron los años 70 y 80 muy oscuros para todo el continente.
También, aunque en menos escala, fue simultáneo en varios países, como Brasil y Argentina, el movimiento de protesta contra los paquetes de ajustes neoliberales, como lo ocurrido en Venezuela, que se conoció como «caracazo», del 27 y 28 de febrero de 1989. Movimientos que también fueron violentamente reprimidos.
Igualmente, en la década del 90 sucedieron gobiernos neoliberales en toda nuestra América.
Todavía se recuerda las tristemente conocidas figuras de Menen, Cavallo, Carlos Andrés Pérez, Fernando Cardoso y su plan real, por citar algunos. Fue una década de entrega de los bienes de nuestras Patrias a las transnacionales. De debilitamiento de los Estados y de intensa penetración imperialista en lo cultural, en lo político y en lo económico. El balance de esta década del 90 fue muy negativo para los sectores populares,
quienes se empobrecieron más y la exclusión económica social y política fue perversamente horrorosa.
« Con gobiernos militares y civiles, la oligarquía de nuestros nacientes países se apoderó de la tierra, de sus riquezas naturales, de las riquezas del subsuelo. Ya en siglo XX, también de la industria incipiente, en fin de todo. Se robaron la libertad y la esperanza de nuestros pueblos.»
El siglo XXI comienza con vientos de cambios.
Un proceso de transformación revolucionario, de carácter popular, de signo nacional, de rescate de la soberanía y la dignidad, se gesta en Venezuela por la vía democrática. El comándate Hugo Chávez Frías resulta electo en las elecciones de diciembre de 1998, con el compromiso de convocar una Asamblea Nacional
Constituyente; elecciones que se cumplen y se realizan con una inmensa participación popular. Y así
nace una nueva constitución, que prefigura el nuevo país: la V republica. La democracia participativa y protagónica del pueblo soberano marca la pauta de la nueva época. Se inicia una nueva página en la historia
venezolana. «…Y la revolución bolivariana lleva aparejada una revolución del pensamiento que afecta
tanto a la derecha como a la izquierda: nadie puede permanecer intelectualmente indiferente ante lo que es probablemente el experimento histórico más importante desde los tiempos de la revolución Francesa»
1. «Ante los ojos atónitos del planeta y la rabia sin limites de los dueños del mundo, en Venezuela se está obligando a los poderosos a comportarse como meros ciudadanos y se esta gestando la posibilidad
de que los desposeídos asuman todo el protagonismo que les otorga su ciudadanía» 3.
Chávez y nuestro proceso bolivariano anduvieron como almas solitarias en el concierto latinoamericano
hasta el golpe de estado fascista y pro norteamericano y de comerciantes de armas israelíes de
abril del 2002. Es restituido al poder por nuestro pueblo y nuestros soldados. Luego de este intento de
frenar el proceso, la respuesta fue más revolución. Es después de este golpe oligarco-fascista cuando se
inician las misiones sociales. Pero aparecen otros procesos interesantes en nuestra Suramérica.
Néstor Kirchner se impone en Argentina e inicia un cambio de rumbo a la década neoliberal, de contenido popular y nacional. Gana Luis Ignacio Lula Da Silva en Brasil, con apoyo del PT, del PC do B y del PSB, y forma un gobierno de contenido popular. Después Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y muy recientemente Fernando Lugo en Paraguay. Aunque con mucho menos ambiente de cambio el gobierno de Michelle Bachelet en Chile es una nota diferente.
En Perú hubo elecciones que metodológicamente se puede afirmar que hubo un empate técnico y que las fuerzas populares pueden ganar la próxima elección.
Bien, creo que se puede afirmar que el proceso Bolivariano ha abierto una perspectiva en América del Sur, en toda nuestra América y en el mundo, de posibilidades de cambio revolucionario retomando las banderas políticas de los trabajadores de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Democracia, libertad y participación protagónica del pueblo soberano en la toma de decisiones. En Venezuela se hace, en lo político y en lo económico, en especial en las formas de desarrollo, como puede ser el socialismo.
Este tema en particular, con la participación consciente de nuestro pueblo. Con mucha discusión y decidiendo con el voto popular.
« Creo que se puede afirmar que el proceso Bolivariano ha abierto una perspectiva en América del Sur, en
toda nuestra América y en el mundo, de posibilidades de cambio revolucionario retomando las banderas políticas de los trabajadores de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Democracia, libertad y participación protagónica del pueblo soberano en la toma de decisiones.»
En Venezuela no hay paredón, no hay pena de muerte. Hay profunda y total libertad de expresión.
No hay represión y existe una amplia red de organizaciones sociales y gran movilidad popular. Es decir un gobierno Bolivariano y revolucionario. En el campo económico, hemos demostrado todas las farsas del discurso neoliberal. Mentiras sobre mentiras enunciadas por los genios de la economía.
Se rescató la soberanía de nuestro principal producto: el petróleo. Se recuperan los precios del
petróleo. De 7 dólares el barril en 1997 a 130 dólares en estos días. Que de estar a punto de ser rematado
a empresas transnacionales, pasa a ser de la Nación y los beneficios, por primera vez en la historia del País,
son redistribuidos a nuestro pueblo. Las misiones sociales, culturales, educativas, alimentarías, de identidad,
de pueblos originarios, etc., son financiadas con los excedentes de los ingresos petroleros. Esto ha significado inclusión social, económica y política, inversión en soberanía alimentaría, disminución significativa
de la pobreza, del desempleo. Recuperación del valor de la moneda, recuperación del salario, control
de la inflación.
Hay una gigantesca inversión en infraestructuras para el transporte, vialidad, para la salud, para la educación, viviendas, soberanía agroalimentaria, desarrollo industrial, financiamiento de las cooperativas, pequeña y mediana empresa.
He creído necesario explicar todo esto muy comprimido, quizás, para comprender el por qué de
los enemigos internos y externos del proceso revolucionario Bolivariano. Desde 1999 se acentúa una
conspiración interna que se expresa en el golpe de estado de abril 2002, en el paro petrolero y empresarial
en Diciembre 2002 y Enero 2003, en la «guarimba» (saboteo y terrorismo) desde 2003 hasta hoy.
La promoción del referéndum revocatorio en el 2004, para salir de Chávez (lo derrotamos ganando
con el 60% de los votos). Una brutal y feroz campaña mediática para confundir, ignorar, tergiversar y mentir
grotescamente sobre el proceso, sus líderes, los gobiernos nacional, regionales y municipales y contra
los recientemente creados poderes comunales. A esto se asocia una historia de más de cinco años de
deliberado desabastecimiento de productos alimentarios de la dieta básica de nuestro pueblo. Especulación
permanente de los productos de uso común. Una cúpula eclesiástica permanentemente crítica a la gestión de gobierno, ignorando el colosal avance social, con un discurso político en sintonía con la oposición y con el Sr. Bush.
Los medios de comunicación han convencido a buena parte de la población de que la inseguridad,
que ciertamente existe, constituye nuestro mayor problema y que el culpable es el gobierno. Realmente,
no debe ocultarse que hay inseguridad, a pesar de haber combatido sus causas, la pobreza, la exclusión,
la ignorancia. Pero aún en nuestro País el capitalismo está vivito y coleando, las condiciones materiales
de todos ha mejorado como nunca y nuestros «malandros», no se hicieron buenecitos como milagro
de nuestra revolución. Pero también no es menos cierto que en los últimos años se ha estimulado (desde
el exterior) la presencia de probables paramilitares colombianos en nuestras barriadas populares y
concomitantemente se ha registrado un incremento en la distribución de drogas estimulantes a bajo precio
que, colocadas en nuestros adolescentes constituye un factor importante en la violencia existente.
Se realizan ingentes esfuerzos por enfrentar este flagelo desde diferentes ángulos, pero cuidando de no
violar los derechos humanos. No es tarea fácil. Sin duda es un problema a vencer.
Los problemas relativos a desempleo, vivienda, etc. no registran en los estudios de la población, cifras superiores a un digito.
Los resultados de la consulta a la propuesta de reforma constitucional formulada por el Presidente el año pasado, nos resultaron adversos. Las votaciones del pasado 2 de Diciembre permitieron un triunfo, con muy escaso margen, a la oposición y la reforma no se aprobó. Es su primer triunfo electoral en nueve años de nuestro gobierno. Pero esta experiencia demostró, independientemente del contenido de la reforma, y de esto no nos cabe duda, que los factores mediáticos constituyen la verdadera fuerza de oposición a nuestro gobierno.
Su rol fue decisivo en los resultados. Esa oposición, en nombre de ese discreto triunfo pretende infringirnos una mayor derrota en las elecciones para gobernadores y alcaldes (intendentes) este 23 de Noviembre y que, de lograrlo, solicitarían el próximo año otro referéndum revocatorio del Presidente. Esta situación es importante, pero la comprensión de lo ocurrido el año pasado nos ha permitido tomar medidas y prepararnos mejor.
El mayor partido de gobierno, el PSUV (partido socialista unido de Venezuela), de reciente fundación,
eligió en consulta abierta a su militancia sus candidatos, utilizando los mecanismos autónomos del Consejo Nacional Electoral. Ayer (7 de Junio) el líder del partido, Hugo Chávez, juramentó a 353 candidatos electos. Nos preparamos para una gran batalla. Constituye también, un factor adverso interno, la insuficiente cohesión del movimiento de los trabajadores.
Si bien los sindicatos en mano de la oposición constituyen una franca minoría, los que apoyan al Presidente Chávez, mayoría absoluta, están hasta ahora divididos. Necesario es unir a los trabajadores. También debe señalarse la insuficiente sintonía de los factores políticos que apoyan el proceso Bolivariano, como otro factor adverso.
LOS FACTORES EXTERNOS
Es conocido por la opinión política mundial la permanente conspiración del gobierno de Bush y sus aliados contra nuestro gobierno. Esto se ha expresado en diferentes ámbitos políticos y militares.
Desde el apoyo evidente y demostrado al golpe de estado de Abril 2002, el apoyo al paro petrolero empresarial, pasando por el financiamiento a todas las organizaciones que enfrentan al gobierno del Presidente Chávez, las presiones para incluirnos en la lista de países terroristas, como país donde se violan los derechos humanos, país de narcotráfico, hasta la reactivación de la cuarta flota del ejercito norteamericano en aguas del Caribe. Se afirma que los gringos han considerado el magnicidio de nuestro Presidente (denunciado por él mismo).
« Esto ha ocurrido en tan solo tres años. Y esta es la mejor respuesta anti imperialista:
la INTEGRACION LATINOAMERICANA, la integración para la independencia político-económica, la integración para la inclusión y para la construcción de ciudadanía, contra la pobreza, para el desarrollo integral de
nuestros pueblos. Cada día estamos más cerca de la PATRIA GRANDE.»
Por otra parte Colombia y el narco y paragobierno del Presidente Uribe juega a la posición de Israel en la América del Sur. Las recientes provocaciones, como la invasión a territorio Ecuatoriano, violando todas las normas internacionales.
Incursiones en nuestra frontera común. ¿Desean la guerra?
Esto está precedido de una historia larga de hechos. Recordemos los casi 200 paramilitares que fueron descubiertos cerca de Caracas con el plan de asesinar al Presidente Chávez. El secuestro y captura
en Caracas del Sr. Granda, negociador internacional de las FARC, violando acuerdos internacionales y bilaterales.
La constante grosera, falsa y perversa campaña de los medios y de altos funcionarios colombianos contra nuestro gobierno, el contrabando de extracción de combustible en la frontera común, las computadoras y su extraño y kilométrico contenido de Raul Reyes y su «comprometedora» relación con nuestro gobierno, por citar lo más conocido.
No son menos importantes todos los intentos que desde gobiernos amigos en Suramérica o mejor desde países amigos como vemos la forma en que se desarrollan constantes agresiones y descalificaciones hacia el proceso Bolivariano y contra nuestro líder Hugo Chávez, buscando horadar las sólidas relaciones con gobiernos fraternos. Ejemplo de ello es el maletinazo de Antonini en Argentina, grotesca maniobra de la CIA y que los colaboracionistas locales lo denuncian contra el gobierno venezolano con una doble y falsa moral, propia de los cipayos.
A PESAR DE LOS ESCOLLOS, EL GOBIERNO BOLIVARIANO AVANZA
Paralelamente a esta conspiración interna y externa, el gobierno Bolivariano ha avanzado vertiginosamente
en los procesos de integración latinoamericana.
Estamos en el MERCOSUR. Hemos constituido el ALBA, con Cuba, Nicaragua y Bolivia. Recientemente se ha constituido UNASUR, que excepto Colombia y Perú, nos acerca de forma impresionante a la soñada PATRIA GRANDE. Esto ha ocurrido en tan solo tres años. Y esta es la mejor respuesta anti imperialista: la
INTEGRACION LATINOAMERICANA, la integración para la independencia político-económica, la integración
para la inclusión y para la construcción de ciudadanía, contra la pobreza, para el desarrollo integral de nuestros pueblos. Cada día estamos más cerca de la PATRIA GRANDE. Ojalá que en el bicentenario
de Ayacucho podamos celebrar su construcción definitiva.
* Roger Capella Mateo: Ex embajador en Argentina de la República Bolivariana de Venezuela Valencia, Venezuela. Junio 2008
Notas1 Comprender Venezuela, pensar la democracia. El colapso moral de los intelectuales occidentales.
Carlos Fernandez, Luis Alegre Zahonero.
2 Idem.